Tuesday, February 28, 2006

En un mar de nubes...


Un dia komo otro kualkiera, kogí el koche y me fui a dar una vuelta. Decidí ir al monte, a hacer unas fotos. Al principio, kuando subia por la karretera me sentí un pokito triste por el hecho de ke no venia nadie konmigo, pero despues, empezó a kautivarme el ambiente y empecé a hacer fotos y se esfumó ese sentimiento triste. Seguí subiendo, y aunke la climatología era bastante adversa, me arriesgué. Asi ke me adentré en las densas nubes ke me iba enkontrando por el kamino. Mientras konducia entre las nubes, mi sensacion era de alegría y, a la vez, de asombro de mi misma. Sentí, por unos momentos, el riesgo y la aventura, sentí ke estaba mas viva ke hacia unas horas... Pero la gran sorpresa llegó kuando salí de akella oskuridad y vi kómo un mar de nubes rodeaba todo lo ke mi vista alkanzaba ver. Mi kara de asombro fue únika, mi mandibula se desenkajaba del sitio al ver tan magnifika visión. Seguí el kamino hasta llegar al piko, al punto geodésiko de Sierra Bermeja. Alli me kedé kontemplando todo akellas nubes ke parecian un mullido manto de algodón, y ke ciertos pikos de las sierras vecinas asomaban kon difikultad. No se kuánto tiempo me kedé allí, sólo sé ke akellas imágenes han kedado grabadas en mi memoria komo algo excepcional. La sensación de estar a cierta altura, de estar en un lugar mas alto ke las nubes, la sensación de kulminar un lugar, me hizo sentir mucha trankilidad y paz. Despues de akellos momentos unikos, bajé al refugio, a un kilómetro del piko. La chimenea estaba encendida, lo cual, agradecí bastante. Salí al mirador, ya era de noche, y las nubes seguían mas bajas ke yo. Pude kontemplar la luna, kasi llena, las nubes esponjosas, y un silencio abrumador. Después de akello bajé al pueblo, a kasa, kon la diferencia de ke había sufrido un gran kambio en mi estado de ánimo, por su puesto, enrikecedor... :-D

Tuesday, January 17, 2006

Hay un lugar...


Hay un lugar donde los almendros florecen y llenan de kolor los kampos, donde las flores desprenden un agradable olor en el ambiente, donde los grillos tokan su serenata nocturna en el verano, donde los castaños se tiñen de okre y las setas brotan de la tierra, donde el frío hace encender chimeneas y donde, a veces, los montes se visten de blanco.

Fuera de lugar


A veces, me siento muy fuera del lugar donde vivo. Mis ideas no konkuerdan kon lo ke veo, siento y padezko en este lugar. Aki solo puedo ver la prepotencia, la saturación, la envidia, la mafia, la corrupción, la destrucción, la frialdad y un largo etcetera ke no me gusta y ke kada vez es mas evidente. No se si algún dia los lugareños echaran de menos lo ke yo ya echo... la sencillez de la vida. Si, echo de menos los campos llenos de flores y arboles donde pase mi infancia, echo de menos el silencio ke antes reinaba en el pueblo y ke ahora es un monton de ruidos de tubos de eskapes y chillidos, echo de menos las bicikletas y andar...pasear, echo de menos, las karas de trankilidad de las gentes y no las karas de angustia y extres ke tienen ahora, echo de menos a los niños jugar en la kalle y ahora no los veo porke estan en sus kasas "empantallados" jugando o viendo la tv (esa ke es tan kultural ultimamente), echo de menos el aire fresko, la brisa del mar ke se respiraba en el pueblo y ke ahora es pesado y axfisiante, echo de menos muchas kosas...

Los Amantes


Sus besos eran perfectos, el sincronismo del movimiento de sus cuerpos delataba la pasión entre ambos. La exaltación de los sentidos llevados al clímax del orgasmo. Un estallido de risas rompe los jadeos y, finalmente, el abrazo, tan intenso y verdadero que roza la eternidad.

Thursday, October 20, 2005

Fuego


Incesantemente en movimiento, hipnotizador y destructor. Pasional y acogedor como un envolvente abrazo. Así es el fuego.

Septiembre


Septiembre es un mes de descanso, mental y físico. Todo parece ralentizarse después del frenético y caluroso verano. Los días van haciéndose más cortos, los atardeceres desprenden colorido. Los grillos van dejando de cantar, y las noches se vuelven frías y solitarias.
Las primeras gotas caen sobre la tierra sedienta, y el olor que desprende nos hace recordar el frío invierno. El sol se ha ido de vacaciones por unos días, dejándonos melancólicos por los meses pasados. Es el momento de reflexionar, es nuestro momento de introspección. Es Septiembre.